Proyectos

La educación en este país es siempre un tema, y más ultimamente.

En lo que respecta al ámbito de la educación pública en los estudios artísticos, en el que se inscribe la labor que un conjunto de profesionales desarrollamos en la escuela Massana, actualmente hay un gran revuelo por el hecho de que la administración se plantea a partir de ahora el cumplimiento de una normativa que exige al profesorado de tales estudios la titulación universitaria, no contemplándose la posibilidad de la contratación como profesional.

Este hecho, más allá de lo que cada uno de los que no dispongan de licenciatura decida hacer personalmente para dotarse o no de tal titulación, establece, sobretodo, un nuevo paradigma que no es el que no baste el desarrollo profesional para compartir la experiencia en unas enseñanzas que son - en gran medida - eso mismo, experiencia sino que no tener esa experiencia pero tener una licenciatura se considere suficiente para reflejar en el aula el complejo mundo cambiante en el que no hay fórmulas sino estrategias de trabajo y elaboración de criterio a partir de la experiencia activa en la creación y el debate crítico.

Personalmente, no me sentiría capaz de abordar eso si no fuera que para ello puedo apoyarme en mi propio trabajo de ilustrador activo en un mundo cambiante que en los 20 años que llevo haciendo esto ha pasado de lo analógico a lo digital, de lo local a lo global, del offset al multimedia... y que obviamente no ha parado de cambiar y lo sigue haciendo.

Pero esa es mi posición personal. En lo que respecta a los demás, allá cada uno con lo que decida sobre como emplearse en esta vida.

Yo doy por bien empleado todo el tiempo que he dejado en la Massana y el que aún vaya a dejar de ahora en adelante, ya que estar entre el grupo de gente que ha acompañado - cada curso desde hace 11 años - en la Massana la salida al escenario profesional de unos 20 alumnos del Ciclo Formativo de Ilustración me parece una de las mejores experiencias que he tenido en la vida. Mi compañeros han sido y son mis maestros constantemente. Pero no solo ellos. Esos 20 alumnos anuales también.

Porque la sensación que queda después de un período ahora ya bastante largo, de tantos nombres, caras, trabajos, después de tantas conversaciones desde banales a todo lo contrario con tanta gente distinta y generalmente tan presente, hace que uno no puede sino maravillarse y agradecer haber tenido la oportunidad de vivir, de aprender, de crecer con eso y de enorgullecerse de formar parte de algo así.

Y a prueba de lo que eso puede llegar a significar, baste con visitar la exposición que estos días hay en el Centre Cívic Parc Sandaru en la calle Buenaventura Muñoz, 21 (L1, Arc de Triomf) donde Judith Armengol, Eulàlia Corbella, Edgar Harald Molina, Cinta Montserrat, Maria Souza, Sergi Solans, Alba Teixidor, Camille Vannier y Marta Vilches - nueve alumnos de los que este año han acabado su recorrido por nuestras aulas - exponen lo que ha sido su Proyecto de Fin de Ciclo.

Yo ya he ido, y os recomendaría que los que podáis paséis por ahí y veáis lo que viene. Tal vez algún día lleguéis a recordar que visteis estos trabajos, porque de algunos de ellos probablemente volveréis a oír a hablar si seguís interesados en la ilustración en sus múltiples campos en los años venideros...

Y si no, al tiempo...