martes, 26 de abril de 2011

Poema Inacabat


(...)

Què sé jo si aquest monyó

de poema, que t’ofereixo,

fa molta angúnia. Quan penso

en el espessos emparrats

de raïms que són peus i mans

de cera bruta, que s’enfilen

per les parets de les ermites,

em trasbalso, i m’agafa por

que sigui un ex-vot llefiscós

el que et vull donar per poema.

I ja no té remei, Helena.

Ara que el cop es veu fallat,

deixa’m que n’acani l’allarg.

Arribaré, amb els tres que em manquen,

al vers mil tres-cents trenta-quatre.

Me’n queda un per dir-te-adéu:

barca nova, tingues bon vent.


(...)

Qué sabré yo si este muñón

que es el poema que te ofrezco,

da mucha angustia. Cuando pienso

en los espesos emparrados

de racimos que son pies y manos

de cera sucia, que se apiñan

en los muros de las ermitas,

me trastorno, y me da miedo

que sea un exvoto grasiento

lo que te doy como poema.

Y ya no hay remedio, Helena.

Fallé el golpe, déjame ahora

contar los versos de mi historia.

Llegaré, con los tres que añado,

al mil trescientos treinta y cuatro.

Para el adiós, me queda un verso:

barca nueva, que halles buen viento.


:::


Esto es el tramo final del Poema Inacabat, de Gabriel Ferrater, y con él la imagen que hice recientemente sobre estos últimos versos - sesgados con un esqueje de la propia biografía del poeta - para la campaña de 2011 de Libros a la Calle, promovida por el Ayuntamiento de Madrid y que lleva la literatura al metro y al autobús de esa ciudad.


En el póster aparecen ambas versiones, la original y esta traducción que lamento no saber a quien se debe.