viernes, 9 de octubre de 2009

Hogarines FEBER





Ilustración para un artículo sobre bienes inmuebles y que recomendaba la renovación de la cocina de la casa como inversión, con especial referencia a los electrodomésticos..
The Boston Globe, USA Art Director: Chin Wang

Art done for an article wich was a real estate piece on what homeowners should do to their
kitchens to increase resale value, being
new appliances the best investment for homebuyers.
The Boston Globe, USA Art Director: Chin Wang


Hay ilustraciones que te planteas si vale la pena poner aquí o no, si es que lo vale con ninguna, que creo que sí.

Unas veces porque la imagen te gusta mucho.
Otras porque representan un proyecto mayor que una o dos imágenes.
Otras aún porque se te ocurre algo acerca de ellas que te apetece compartir...
Y otras porque forman parte de tu currículum.
A veces se da una o dos o las cuatro condiciones juntas. Otras veces solo una. Pero cuando eso ocurre, siempre es la tercera condición. Obviamente.

Esta es una de las que tiene dos condiciones y media, casi tres.
Una: Está hecha para uno de los clientes que en el currículum tienen un peso específico muy grande. Pero de hecho tengo trabajos de otros medios tan sonoros como éste que no he puesto aquí porque no cumplían la tercera razón.
Dos: A pesar de temerme que no lo haría, me gusta el resultado. No tanto como lo haría si el tema me hubiese emocionado, probablemente, pero me gusta.
Y Tres: me lleva a pensar en el estilo como producto, algo sobre lo que ya hablamos hace un par de años con algunos insignes ilustradores en una mesa redonda en Barcelona.

En este caso, creo que lo que atrajo al cliente hacia mi trabajo fue el uso que hago a veces de los distintos niveles en una imagen trabajando con capas de papeles, más que mi forma de conceptualizar. Al menos esa es la impresión que me dio.
Encajaba en su idea de renovar, de sustituir, de presentar en el fondo la antiquísima fórmula de el antes y el después en una sola imagen.
Y creo que es así como está bien, también. Ése es el trabajo de dirección de arte, empezar a definir el resultado final con la elección de los colaboradores.

Yo disfruto mucho más cuando tengo un tema que de algún modo tiene que ver con la emoción, pero también me lo paso bien dibujando.
Y en este caso no había más concepto que contar, más metáfora que hacer que la del antes y el después.

Así que lo pasé bien montando la minicocinita como de HOGARINES FEBER - unos juguetes que tenia una vecina de mi infancia y que eran como de montar casitas - con dibujos de anuncios de electrodomésticos del Selecciones del Reader's Digest (hay que leerlo con fonética esañola, claro) de los primeros 60's para rediseñar encima una cocina standard moderna y aún colocarle una encimera con horno de acero inoxidable pegada con un acetato...

Y aprovecho para mostrar la minicocina original porque el mueble de la encimera me parece una pasada de bonito y no se veía nada en el trabajo definitivo, con el vegetal encima.

Venga reforma!

jueves, 8 de octubre de 2009

Cuestión de tiempo (S/W&N 2)





En el anterior post hablaba sobre las hormonas que uno imagina consecuencia del acto de dibujar del natural.
El momento (necesariamente rápido) en que uno abre el cuaderno para dibujar abre también un paréntesis en el fluído temporal de la realidad para, mediante la atención, fijar la experiencia visual de unos instantes determinados en un código de manchas, colores, tonos y líneas.
Además son muy libres porque uno no debe crear más canon que esa intensidad en la mirada, ya que la única intención de las imágenes que suelo tener en estos cuadernos es la retención física de la huella de una experiencia visual.
No tienen que contar nada, no tienen nada que descubrir o con que sorprender en la plástica, la gráfica o la narrativa... no tienen porqué contener idea alguna más que el puro ejercicio de atención que fija la imagen en el papel y - me parece- la experiencia en la memoria con mucha mayor precisión que la simple contemplación.
Estas son cinco más de las páginas del cuaderno de este verano. Todas de las islas jónicas, en Grecia, excepto la del bar, que es medio apunte del patio de entrada al bar Vitelli de Savoca, en Sicilia, el mismo bar en el que Al Pacino se sentó llamándose Michael Corleone para pedir la mano de la hija del dueño, Apolonia, en El Padrino I.
Con esto acaban las imágenes del verano... porque el verano en sí mismo hace ya algo que acabó.
Como con todo lo que empieza, que pasa eso: que se acaba.
Es solo cuestión de tiempo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Schminke/Winsor&Newton






A petición de una amiga, pongo aquí algunos apuntes más del viaje del pasado verano.
Una formación rocosa llamada la Grotta degli faraglione di Pollara, que aparece - parece ser, yo no lo recuerdo ya que la peli no me dejó una muy profunda impresión - en la película El cartero y Pablo Neruda. Las islas Alicudi i Filicudi, en las Eolias, y una chumbera con unas flores de alcaparra.
Todos estos apuntes fueron hechos en la isla de Salina.
Como ejercicio, cuando hago este tipo de acuarelas no uso el lápiz sino que voy directamente a la forma ya dando el color. Trabajar así es un poco tenso y requiere concentración, pero es que la energía tensa las cosas... y es cuando son mejores.
Sacar el cuaderno y preparar el color lleva adrenalina al torrente sanguíneo pero también genera dopamina y endorfinas...


martes, 6 de octubre de 2009

Itaca al fin



El verano del 2008 transcurrió conmigo en la mesa trabajando, entre otras cosas, en la versión de la Odisea que ya ha sido mencionada en este blog, en la que tras mil aventuras y dormido- sobre sus ojos un sueño suavísimo, sin penas, prolongado, muy parecido a la muerte - Ulises llega a su añorada isla de Ítaca.

El del 2009 lo ha hecho conmigo viajando, entre otros lugares, por los paisajes de Homero y por las costas de esa isla.

Esto que veis aquí es una acuarela de una de las laderas que Ítaca rinde al mar, una isla que vista desde un cierto ángulo a una cierta hora del día parece flotar ingrávida sobre el agua.

Qué bueno es viajar... y qué suerte poder hacerlo de tanto en tanto.