martes, 6 de octubre de 2009

Itaca al fin



El verano del 2008 transcurrió conmigo en la mesa trabajando, entre otras cosas, en la versión de la Odisea que ya ha sido mencionada en este blog, en la que tras mil aventuras y dormido- sobre sus ojos un sueño suavísimo, sin penas, prolongado, muy parecido a la muerte - Ulises llega a su añorada isla de Ítaca.

El del 2009 lo ha hecho conmigo viajando, entre otros lugares, por los paisajes de Homero y por las costas de esa isla.

Esto que veis aquí es una acuarela de una de las laderas que Ítaca rinde al mar, una isla que vista desde un cierto ángulo a una cierta hora del día parece flotar ingrávida sobre el agua.

Qué bueno es viajar... y qué suerte poder hacerlo de tanto en tanto.

2 comentarios:

An dijo...

ES hermoso poder viajar, yo en mis viajes rara vez dibujo, no se por que, es como un desconectar, eso o que se me da muy mal copiar la realidad. Hermosa acuarela. SAúdos

Ana Himes dijo...

Qué genial que compartas con nosotros estas vivencias!

Un abrazo