
Alguna vez, hace ya tiempo, me entretuve a escuchar con atención como abordaron Serrat y Bardagí el disco "Miguel Hernández", especialmente "Elegía" y creo que aprendí bastante de algunas cosas que por un principio de vasos comunicantes tomaron forma después en mi forma de leer, y por lo tanto de ilustrar. Me parece que desde entonces atiendo más a las dinámicas internas de aquello que leo.
Ahora, en el centenario del nacimiento de Miguel Hernández, Kalandraka editará un volumen para el que nos ha pedido a veintitantos artistas (y digo eso porque creo que en libro aparecerán imágenes no sólo de ilustradores) la interpretación de alguno de los poemas del autor de "Para la libertad".
A mí me correspondió uno de los que más me gusta: "Menos tu vientre", un poema escrito en prisión a la noticia del embarazo de su mujer y en el que el vientre claro y profundo de ella destella como un faro en lo confuso, lo turbio y lo oscuro.
Menos tu vientre,
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.
todo es confuso.
Menos tu vientre,
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre,
todo es oculto.
Menos tu vientre,
todo inseguro,
todo postrero,
polvo sin mundo.
Menos tu vientre,
todo es oscuro.
Menos tu vientre
claro y profundo.
Miguel Hernández.